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Paisajes impresionantes del mundo

La belleza siempre ha sido una perspectiva personal, cada uno tiene sus propios criterios y puntos de vista de lo que considera bello, ya sea en moda, belleza en personas y sobre todo los paisajes o lugares que más llaman la atención, habrán algunos que se sientan atraídos por ruinas arquitectónicas, otros por playas y paisajes tropicales en días calurosos de verano, a otros les gustara la nieve de los alpes, eso sí, hay lugares que son sorprendentes para todos los gustos, y dejan boquiabiertos a muchos”.



Grandezas de la Naturaleza

La naturaleza brinda al hombre grandes parajes, selvas recónditas e inexplorables, belleza que como está no hay dos, flores silvestres derramadas por las llanuras alejadas de las manufacturas y la mano del ser humano, consideradas como patrimonios a cuidar, centros de una belleza inexplicable que permiten el incremento del turismo en diferentes países.

Conocidos por algunos como “Vírgenes”, ya que la mano del hombre se mantiene alejada y no hay talación de árboles, extinción de especies de las diferentes plantas que habitan en estas, una presencia mística que al pisar en estos suelos, uno siente como la historia se presenta ante nuestros ojos y nos permite sentir, escuchar, hablar con el viento en su actitud de entrega, sin juegos exagerados, ni daños predeterminados para con estos.

Aire fresco, agua cristalina, hermosas montañas, cumbres nevadas




No es necesario viajar a otros países para esto, ya que en todos los países hay reservas naturales como así también lugares hermosos que la mano del hombre todavía no llega y esperamos que no llegue, y si tienes los medios para viajar por el mundo y quieres conocer otras maravillas que el mundo pone a tus pies con la única condición que sepan apreciarlas y respetarlas, a continuación te nombraremos algunos de los lugares que es preciso que conozcas.

Monte Roraima, Venezuela

El monte Roraima es una de las formaciones montañosas más antiguas del planeta. Rodeado por Venezuela, Brasil y Guyana, los cuatro lados son escarpados acantilados de 1.300 pies de altura. Si bien las paredes de sus acantilados solo son escalables por los escaladores más experimentados, hay un camino que sube por el sendero natural en forma de rampa de la montaña.

Glaciar Perito Moreno, Argentina

Quizás el glaciar más famoso del mundo, Perito Moreno es una visita obligada para cualquiera que visite El Calafate. Un impresionante paisaje natural: sorpréndete con la grandeza de la naturaleza, en el Parque Nacional Glacier, a 80 kilómetros de la ciudad. La mejor forma de experimentar la inmensidad del Perito Moreno es dando un paseo en barco por su base. Y si tienes suerte podrás ver de cerca algún desprendimiento de hielo.

Valle de Cocora, Quindío, Colombia

El valle es conocido por ser uno de los únicos lugares en el mundo donde se ven palmas de cera en su hábitat natural, según Colombia Travel. Estos delgados postes se elevan unos 200 pies hacia el cielo y están coronados con algunas hojas de palmera. La palma de cera es el símbolo nacional del país y la palmera más alta del mundo.

Salar de Uyuni, Bolivia

Formado como resultado de las transformaciones entre muchos lagos prehistóricos, el Salar de Uyuni es el salar más grande del mundo. Debido a la gran superficie plana y a los cielos despejados, a menudo se utiliza para calibrar altímetros de satélites de observación de la Tierra. También crea un reflejo de ensueño en la corteza.

Machu Picchu, Perú

A menudo conocida como "La Ciudad Perdida de los Incas", Machu Picchu es quizás el ícono más familiar del Mundo Inca. Está situado sobre el Valle de Urubamba en Perú, a 80 km al noroeste de Cuzco ya través del cual fluye el río Urubamba.

Machu Picchu


Salto Angel, Venezuela

Venezuela rebosa de maravillas naturales, incluida la cascada más alta del mundo: las cascadas de 3,212 pies del Salto Ángel, ubicadas en el Parque Nacional Canaima, protegido por la UNESCO. Canaima es, con mucho, la atracción más popular del país, y las cataratas se extienden 19 veces más alto que las cataratas del Niágara. Bonificación: los animadores de Pixar utilizaron la ubicación como inspiración para Paradise Falls en Up, así que sabes que es bueno.

Aqui solo te hemos nombrado 6 magnificos lugares de América del Sur, tienes que tener en cuenta que esto es solo una muestra de la magnificencia del mundo y lo maravillosa y magesticidad de lo que puedes encontrar alrededor del mundo, desde China hasta el Polo Norte, simplemente no existen fronteras para esto.
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¿Sabías que Madrid fue durante 8 años un reino independiente?

Un hecho muy poco conocido, incluso para los madrileños, es que Madrid fue un reino independiente durante 8 años, concretamente del año 1383 a 1391.

Parecería una broma si no fuera porque es verdad. En el callejero madrileño existe una calle dedicada al primer y único rey que tuvo Madrid: Leon V de Armenia (conocido por algunos historiadores como Leon I de Madrid). Existe un restaurante e incluso un brandy con el nombre de este rey.

Reino de Madrid


La historia de cómo Madrid llegó a tener un rey independiente se remonta a 1375, a muchos miles de kilómetros de distancia, en el sur de la actual Turquía. Allí existía desde hacía 300 años un pequeño reino cristiano. Se llamaba Armenia “Menor” o “Armenia de Cilicia” para distinguirla de la Armenia “Mayor”. Era el último bastión cristiano rodeado de territorios musulmanes.

En 1375 los mamelucos egipcios conquistaron el reino y capturaron a su rey León V, y en vez de matarlo pensaron que sería más útil pedir un rescate por él, por lo que se lo llevaron cautivo a El Cairo.
León V permaneció preso en Egipto durante 7 años, en los que sus emisarios recorrieron Europa de norte a sur pidiendo socorro. En 1380 su confesor el franciscano Jean D´Ardel, consiguió entrevistarse con Pedro IV de Aragón, y ese mismo año pudo visitar también en Medina del Campo al rey Juan I de Castilla.

A mediados de 1382, D´Ardel regreso a El Cairo con tropas aragonesas y castellanas con intención de liberar al rey armenio. No fue necesaria ninguna batalla, pues los mamelucos aceptaron como rescate una buena suma de dinero y regalos, entre ellos varios halcones que hicieron las delicias del sultán.
Una vez liberado León se dispuso a visitar las cortes Pedro IV de Aragón y a Juan I de Castilla para agradecérselo personalmente. En aquellos tiempos estaban enfrentados con el sultán de Medina Azahara.


A final de año llegó a Venecia y de allí se trasladó a Aviñón a visitar al papa Clemente VII. En aquel momento la Iglesia católica se encontraba dividida en dos: había un papa en Roma y otro en Aviñón. León solo visitó al segundo, que era al que los reyes de Castilla y Aragón habían jurado fidelidad. Luego León visitó Barcelona y Tarragona donde estaban muy agradecidos a la monarquía de Armenia, pues un antepasado de León cedió las reliquias de Santa Tecla, patrona de la ciudad. pero no consiguió de él apoyo para una nueva cruzada. Después marchó a Castilla donde se dice que Juan I salió a su encuentro. El primero en bajar del caballo fue León V, pero inmediatamente Juan I hizo lo propio, como queriendo indicar que se encontraba con un igual.


El monarca castellano se acababa de casar en segundas nupcias con Beatriz de Portugal. Se encontraba feliz y en un alarde de generosidad (como pocos ha habido en la historia) accedió a regalar una parte de su reino a León V. Como señal de agradecimiento por haber mantenido la fe cristiana en un territorio constantemente amenazada por el islam. Le concedió el señorío de Madrid, Andújar, Guadalajara y Villareal (hoy, Ciudad Real) y una renta de 150,000 maravedíes (una fortuna para la época).

León V de Armenia, fue coronado entonces como León I de Madrid y se instaló en el Alcázar, el mismo lugar donde ahora se sitúa el Palacio Real. Tenía intención de construirse una vivienda digna, asi que mandó reformar las torres. Se proclamó también alcalde y bajó los impuestos sin despedir a nadie. Se dice de él que paseaba sin escolta por las embarradas calles de Madrid.

Los madrileños mayoritariamente estaban en contra de este rey extranjero, por lo que escribieron pequeñas coplas que decían: «Dicen que de la Armenia nos viene un señor, guárdenos Dios de tan real favor» o «si la villa fuera silva la guardaría el León. Mas es tierra castellana, no queremos tal señor». Para contentar a los madrileños Juan I de Castilla firmó una clausula en la que decía que el territorio había sido cedido a León, pero no a Armenia, por lo que a la muerte del rey el territorio del reino madrileño volvería a ser parte de Castilla.
El problema es que aunque a León I le gustaba su nuevo reino añoraba el que había sido suyo, el reino de Armenia de Cilicia, asi que decidió marcharse de nuevo a pedir ayuda a otras cortes europeas. Visitó Santiago de Compostela, y más tarde el reino de Navarra, Aragón, Lérida, Tortosa y después Francia y más último Inglaterra.
En París, se entrevistó con Carlos VI de Francia, pariente lejano suyo, donde el rey francés le cedió el castillo de Saint-Ouen y le dió más dinero.
Pasó los últimos años de su vida intentando poner paz entre ingleses y franceses en la Guerra de los 100 años, con la intención de que aparcaran sus diferencias para unirse en una nueva gran cruzada (y de paso recuperar Armenia claro).
El 13 de abril de 1391 las Cortes de Madrid destituyeron al rey, pero le permitieron conservar su pensión vitalicia. El ya exrey de Madrid se marchó a Barcelona y de allí a París donde moriría el 29 de noviembre de 1393. Fue enterrado en la basílica real de San Denís, pero su cuerpo se perdió durante la Revolución Francesa en 1789. Su magnífica tumba todavía existe y se puede visitar.
Se sabe que una pareja estuvo paseándose por Pamplona y Olite haciéndose pasar por hijos de León, y titulándose “reyes de Armenia” aunque hacía tiempo que ese reino había dejado de existir.
El rey de Castilla, Enrique III, para asegurarse que Madrid no volvería a separarse mandó construir en un lugar de caza una nueva residencia: El Pardo. Desde entonces hasta hoy ha sido residencia oficial de los gobernantes de España, incluyendo recientemente a Felipe VI, Juan Carlos I o Francisco Franco.
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El as en la manga de algunas grandes obras literarias: el cine

En la historia de la literatura son pocos los libros que han seguido vendiéndose con el paso del tiempo. Por lo general, algunos pasan prácticamente desapercibidos cuando se publican y otros se venden mucho durante un tiempo, pero dejan de sumar ediciones pasados unos años desde su lanzamiento. Sin embargo, también hay títulos que se publicaron hace muchos años y que vuelven a resurgir, a colarse entre las listas de libros más vendidos. Pero siempre hay una razón detrás de ese resurgimiento, y muchas veces, es el séptimo arte el que está detrás. Muchas obras cinematográficas están basadas en libros, y cuando esas historias llegan a la gran pantalla son muchos los que se animan a leer la novela.


El gran Gatsby
es un buen ejemplo. Esta novela es un clásico dentro de la literatura norteamericana y sigue siendo una referencia al ser la gran obra maestra de uno de los mejores escritores estadounidenses de todos los tiempos. El libro se publicó en 1920 y en él, su autor, Scott Fitzgerald, hace una crítica de la sociedad de los años veinte, una sociedad que vivía en tiempos de prosperidad económica.

Fitzgerald analiza temas como la decadencia, el idealismo, la agitación social y el exceso a través de Gatsby, el protagonista. Leonardo DiCaprio fue el actor elegido para dar vida a este personaje en la gran pantalla, cinta que llegó al cine bajo el mismo título hace unos años. La película ejemplifica a la perfección todos los temas del libro, pero hay uno que destaca sobre los demás: el exceso como consecuencia del crecimiento económico. Lo hace a través de las fiestas y reuniones a lo grande, en las que priman el juego y la diversión. Por aquel entonces, y a diferencia de hoy en que los juegos online de casino representan una forma de entretenimiento accesible para todo el mundo, los juegos de azar representaban el bienestar económico americano.



La película transmite cómo era la sociedad de la época y representa el sueño americano, pero consigue algo más allá de un fiel retrato social: devuelve el interés a la obra literaria, hace que todos los espectadores se animen a conocer al Gatsby literario, el que apareció primero. Así, en 2013, cuando llegó al cine, el libro resurgió en las estanterías de las librerías.

No es la única película que ha dado popularidad a Fitzgerald: Medianoche en París, cinta dirigida y escrita por Woody Allen y que llegó a la gran pantalla en 2011, dio un empujón al gran Gatsby y a los otros libros del escritor. Muestra las fiestas que celebraban en París los grandes artistas de los años 20. Figuras de la esfera cultural tan conocidas como Picasso, Hemingway, Salvador Dalí o Luis Buñuel. Sin duda, Fitzgerald y su relación con Zelda son uno de los grandes elementos del film.

El gran Gatsby no ha sido el único libro que ha mejorado sus ventas gracias al séptimo arte. Hay una obra que no cosechó un gran éxito cuando salió al mercado en papel y cuya adaptación al cine ha hecho que sus ventas mejoren y no decaigan con el tiempo. Es el clásico del género romántico Los puentes de Madison. La novela cuenta la historia de amor que surge entre una ama de casa de origen italiano, que vive una vida sin sobresaltos, y un fotógrafo de National Geographic que recorre el mundo con su cámara. El protagonista tiene que visitar el condado de Madison para fotografiar sus puentes y, sin buscarlo, conoce a una mujer que permanecerá en su memoria el resto de sus días. La historia la narran los descendientes de la mujer cuando descubren la relación de los protagonistas en unas cartas que les deja en herencia.

Los puentes de Madison


La película se ha colado  en la lista de favoritos 
de los amantes del cine romántico y a día de hoy es un título de referencia, principalmente para el público femenino. Como consecuencia, el libro se sigue vendiendo gracias a la película. Su autor, Robert James Waller, era un gran desconocido dentro de la literatura. Solo su obra maestra, Los Puentes de Madison, es conocida en la mayoría de hogares de todo el mundo, y lo es gracias a su versión cinematográfica.

Otros libros que alcanzaron popularidad gracias a que su historia se llevó a la gran pantalla fueron Jurassic Park, de ciencia ficción, El padrino, de gánsteres y drama, y Forrest Gump, de comedia y drama. Estas tres películas son grandes clásicos y, aunque cuentan historias muy diferentes, tienen algo en común: no han caído en el olvido, son películas que por muchos años que pasen se siguen viendo. De hecho, es normal que de vez en cuando se emitan en televisión. Ninguno de los libros tuvo éxito cuando se publicó pero gracias a la gran acogida  de las películas, muchos se animaron a leer las novelas. Como resultado, sus ventas se mantienen estables con los años.

Sin duda, son muchas las novelas que se han dado a conocer gracias al cine, y muchas otras las que han resurgido con fuerza gracias a aparecer en la gran pantalla. De hecho, muchos títulos han pasado desapercibidos en las librerías hasta que alguna productora compró sus derechos para adaptarlos al celuloide. Y, seguro, serán muchos más los que lo sigan haciendo, al fin y al cabo, el cine y la literatura siempre han ido de la mano.

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