En el fútbol los caprichos de la fortuna siempre han sido importantes. Muchos futbolistas son increíblemente supersticiosos y no lo esconden. Gestos después de marcar un gol, pisar el campo con el pie derecho, poner el balón de una determinada manera antes de tirar un penalti o una secuencia de toques calentando con el balón... todo son gestos supersticiosos. Hoy hablaremos de por qué los jugadores de fútbol son supersticiosos.
Una de las costumbres (que no superstición) más extendidas entre los futbolistas, y los deportistas en general, es privarse de tener intimidad con una mujer antes de un partido, sobre todo si este es importante. En ocasiones ni siquiera se habla de sexo. Esto también se aplica en otras profesiones como el canto. Y algunos equipos van más allá: no se debe permitir que las mujeres suban al autobús del equipo antes de un partido. El motivo es que cualquier acción que desconcentre o reste fuerza (como un acto sexual) es malo para el rendimiento. Sea este deportivo o de cualquier otra índole (como la preparación de un examen o ejercícios acrobáticos).
Las supersticiones de Cristiano Ronaldo
Cristiano Ronaldo admitió una vez que también mantiene una cierta tradición: "Como todos los deportistas, soy supersticioso, una de las señales es entrar siempre con el pie derecho al campo. También trato de seguir ciertos rituales, así como de repetir las cosas que funcionaron en el partido anterior anterior”. Los brasileños Ronaldo y Roberto Carlos tenían la misma regla famosa: siempre entran al campo solo con el pie derecho. Por cierto ¿sabías que la costumbre de entrar con el pie derecho viene de la antigua Roma?
Supersticiones de Genaro Gattuso
Según Genaro Gattuso, algunos de los rituales del Mundial de 2006 le resultaron muy difíciles: "Todos los días usaba el mismo suéter que usé el primer día. El sudor me chorreaba y estaba de muy mal humor porque no podía quitármelo".
“Estaba obsesionado con la superstición”, admitió una vez Genaro Gattuso: "Por ejemplo, antes del partido con la República Checa hice mi maleta en caso de salida del torneo. Ganamos y luego lo hice antes de cada partido durante el resto del torneo".
Supersticiones de John Terry
John Terry siempre se sentaba en el mismo asiento en el autobús, envolvía cada pierna con cinta adhesiva tres veces, escuchaba el mismo disco de camino al estadio o estacionaba su coche en el mismo lugar antes del partido.
Antes del próximo partido, el jugador debe asegurarse de que está usando el uniforme correcto al ver su número de juego en la camiseta (existe la tradición de no lavar el uniforme después del último juego ganador).
Supersticiones de Valery Lobanovsky
Los jugadores tienen mucho cuidado con el número 13 de la camiseta, rara vez lo eligen (aunque sucede al revés, algunos jugadores consideran que este número es su suerte). Valery Lobanovsky estaba preocupado por el número "13". Cuando Lobanovskiy entrenó al Dynamo Kiev ninguno de los jugadores entró al campo con este número.
Supersticiones de Guus Hiddink
Guus Hiddink, uno de los entrenadores más exitosos de la historia del fútbol, cree en el poder mágico de los empates. Si su equipo gana, Gus usa la misma corbata para el próximo partido. Y en caso de derrota, no se la vuelve a poner.
Supersticiones de Raymond Domenech y Johan Cruyff
El francés Raymond Domenech confía plenamente en la astrología, por lo que estudia cuidadosamente el horóscopo de cada jugador de fútbol. Los futbolistas de la selección francesa están seguros de que no solo la habilidad, sino también un ritual indispensable antes del partido ayudó a ganar el campeonato mundial de 1998: el capitán del equipo Laurent Blanc besó la cabeza calva del portero Barthez, una tradición que se cubrió con leyendas.
Johan Cruyff escupía chicle en dirección al oponente antes del inicio del partido. Una vez, antes de la final de la Copa de Campeones de 1969, el holandés volador se olvidó de su tradición y su "Ajax" perdió ante el "Milán" con una puntuación de 1: 4.
Supersticiones de Norbert Nigburg
El portero de fútbol Norbert Nigburg, que jugaba en el club alemán Schalke, entró al campo con una fotografía del Papa en el bolsillo.
La anécdota más famosa del fútbol
La siguiente historia es muy similar a una anécdota, pero es bastante popular en los círculos del fútbol: En el Mundial de 1962, los jugadores de la selección chilena sintonizaron los partidos de una manera peculiar. Antes del partido con Italia comían pasta, con Suiza, probaban queso. Antes del partido con el equipo de la URSS, tomaron un vaso de vodka. Los chilenos argumentaron que les era más fácil comprender el alma de un oponente. Hasta cierto momento eso ayudó, el equipo llegó incluso a semifinales, donde tuvo que jugar con los brasileños. Naturalmente, los chilenos bebieron café antes del partido... y perdieron. Quizás el café no era brasileño.
Supersticiones de Casillas y Hristo Stoichkov
Cada vez que el equipo de Casillas marcaba un gol, el portero español volvía a la portería, hacía un pequeño salto y tocaba el larguero con la mano izquierda. El líder de la selección nacional búlgara de los años 90, Hristo Stoichkov, puso una moneda de diez dólares en su bota antes del partido. Es difícil decir cuánto ayudó, pero Stoichkov anotó mucho. Por cierto, incluso los psicólogos confirman la versión sobre la superstición de los jugadores de fútbol. Según ellos, solo otro jugador puede ser más supersticioso que un futbolista.
Se concede más importancia al hecho de que un jugador de fútbol no debe afeitarse ni cortarse el pelo antes del partido. Todo el mundo sabe que antes del partido hay que atarse las botas siempre con el mismo pie y desde allí salir al campo sin pisar la línea de marcado, habiendo tocado previamente el césped con la mano.
En una cuenta especial de la música, probablemente no haya un solo equipo que no use un himno informal y un incentivo tan poderoso para los jugadores. Por ejemplo, en el vestuario, el campeón mundial de 1998, la selección francesa siempre escuchó la misma canción antes de entrar al campo: "I Will Survive" de Gloria Gaynor.
Supersticiones de la hinchada de fútbol
Los hichas también siguen ciertas reglas. Así, por ejemplo, nunca se afeitan el día del partido, deben llevar la camiseta de su jugador favorito y en ningún caso pedir dinero prestado el día que se va a disputar el partido. Seguir o no varios signos o tradiciones es un asunto individual, lo principal es que todo esté dentro de límites razonables.