El
veterano actor, padre de Michael Douglas, y protagonista de las
mítica "Espartaco" de Stanley Kubrick ha tenido que salir nuevamente a
desmentir su fallecimiento. “Está como una rosa” confirman en su
entorno.
Desde
que el pasado 3 de julio falleciera la que fuera su exmujer y madre
de su hijo Michael, Diane Dill, ha habido diversos rumores en
Beverly Hills.
Kirk
Douglas cumplirá el 9 de diciembre 103 años, y puede presumir de una
vida apasionante y una de las carreras más exitosas de la historia
del cine: sus padres eran emigrantes rusos analfabetos que llegaron a
Estados Unidos sin dinero para comer. En su biografía cuenta que
llegó a la universidad subido a un camión de estiercol. Ser judío
no le puso las cosas fáciles.
Cuando
le decían que no parecía judío por ser pelirrojo replicaba “tú
tampoco pareces norteamericano, solo los indios lo son”.
Aconsejó
a sus cuatro hijos que no se dedicaran al cine, pero al final todos
hicieron cine. Su hijo más exitoso ha sido Michael, que ha logrado
dos oscars, uno como actor y otro como productor. Kirk solo logró
uno honorífico a su carrera en 1996.
Se
cuenta que una vez se le acercó entusiasmada una chica, y él, ni
corto ni perezoso la besó. Al apartarse ella dijo asombrada “tenía
muchas ganas de tener un autógrafo del padre de Michael Douglas”.
Su
físico portentoso le llevó a no utilizar nunca dobles en sus
películas, ni siquiera en "Los Vikingos" cuando saltaba de remo en
remo. Pero también nos ha sorprendido de mayor, pues hace unos años
publicó en twitter: “aquí, tomando un café con Lauren Bacall”
(una de las actrices más famosas del Hollywood de los años 40,
fallecida en 2014).
Rodó en Madrid, Alcalá de Henares y Guadalajara “Espartaco” con 8.500 soldados del ejercito de Franco haciendo de extras. Negociaron un salario de 8 dólares la hora, que al final se llevó la fundación de Carmen Polo, esposa del dictador. Kubrick pudo así construir unas inmensas torres para poder grabar las batallas entre esclavos y romanos que se ven en el film.
Rodó en Madrid, Alcalá de Henares y Guadalajara “Espartaco” con 8.500 soldados del ejercito de Franco haciendo de extras. Negociaron un salario de 8 dólares la hora, que al final se llevó la fundación de Carmen Polo, esposa del dictador. Kubrick pudo así construir unas inmensas torres para poder grabar las batallas entre esclavos y romanos que se ven en el film.
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