Después
del sonado abandono en la construcción del megaproyecto de Eurovegas
(Madrid) ahora le ha tocado el turno a Cataluña: BCN Word no se
construirá.
El
complejo que se iba a realizar en Vilaseva (Tarragona), cerca del
parque temático de atracciones de Port Aventura nunca verá la luz.
El principal inversor, el valenciano Enrique Bañuelos, ha
pronunciado cho un rotundo no a las exigencias de la Generalitat de
Cataluña.
El
pasado mes de diciembre la propia Generalitat gastó 377 millones de
euros en comprar los terrenos al BBVA para la construcción del
parque, aunque finalmente Bañuelos renunció a la opción a compra.
Tras
el anuncio la Generalitat ha intentado salir de las críticas como ha
podido anunciando que buscará otros inversores que quieran hacerse
cargo del proyecto, algo poco probable. No ha contestado a la
pregunta de un periodista de por qué había priorizado la compra de
estos terrenos en lugar de pagar a los proveedores de las farmacias
que llevan casi un año sin cobrar.
El proyecto de Barcelona World ha ido perdiendo fuelle desde casi el mismo día de su publicación (un día antes de que se anunciara que Eurovegas había escogido a Madrid en lugar de a Barcelona). Han pasado ya casi tres años desde el rimbombante anuncio de la Generalitat de la construcción. En aquella ocasión asistieron tres consejeros y se dijo que se invertirían 4.733 millones de euros en seis complejos turísticos temáticos. A los seis meses Bañuelos rebajó la cifra a “solo” 766 millones, pero destacando que por el momento solo contaba con la mitad, es decir 383 millones.
En
un primer momento la Generalitat acusó al gobierno de centralismo
por reformar las leyes para dar facilidades a la construcción de
Eurovegas, pero cuando ya se había cancelado el proyecto madrileño
fue la propia Generalitat quien utilizó esas reformas legislativas
para aplicarlas en BCN World. Posteriormente, ante la escalada de
manifestaciones independentistas el empresario valenciano amagó con
construir Barcelona un poco más al sur de Tarragona, ya en tierras
de Castellón (Valencia) y por tanto fuera de la comunidad de
Cataluña. A lo que el gobierno catalán respondió rebajando un 55%
los impuestos a los casinos.
Aun
así el proyecto ha continuado año tras año parado, sin haberse
colocado una sola piedra. Podría decirse, sin faltar a la verdad que
“el Eurovegas catalán ha muerto”.
Un
comienzo con mal pie
La
anécdota que siempre giró entorno al proyecto era precisamente su
denominación. El terreno escogido para la construcción se
encontraba entre Salou y Vila-seca, no en Tarragona como anunciaba la
web oficial de BCN World. Los terrenos están a más de una hora en
coche de Barcelona no a 45 minutos. El hecho de denominarse Barcelona
había sido interpretado por algunos tarraconenses como un insulto al
sentirse menospreciados. La respuesta de Veremonte fue cambiar la
denominación de Barcelona World a BCN World. Una solución que en
realidad fue interpretada por algunos colectivos de la ciudad como
“una tomadura de pelo”.
El presidente de Barcelona World, Xavier Adserà y los demás inversores, acordaron tras la manifestación independentista de Barcelona del 11 de septiembre de 2014 que si Cataluña algún día llegaba a ser independiente abandonarían el proyecto.
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