El
independentismo catalán ha pretendido identificar Sant Jordi como una fiesta identitaria
catalana, pero nada más lejos de la realidad. Ni San Jorge, ni el libro, ni la
rosa, ni tan siquiera el día o el nombre de la fiesta son catalanas.
La leyenda de San
Jorge es común a muchos países de tradición cristina en todo el mundo. Es patrón
nacional de países tan distantes como Bulgaria, Etiopía, Rusia, Georgia,
Inglaterra o Portugal.
El día de San Jorge se empezó a celebrar en el siglo II, pero en España la
primera ciudad que lo hizo fue Cáceres, el 23 de abril de 1229. También es
festivo en las islas Baleares, Alcoy o
varios pueblos de la provincia de Albacete. En Cataluña se empezó a celebrar muy
tarde, en el siglo XV.
¿Y el libro?
La tradición de
regalar un libro sí se comenzó a popularizar por primera vez en Barcelona, pero
fue idea de un valenciano: Vicente Clavel Andrés, quien propuso al rey Alfonso XIII que
instaurara el Día del Libro en homenaje a Miguel de Cervantes. Con ayuda de la Cámara
Oficial del Libro de Barcelona el Día del Libro se empezó a celebrar en 1923,
algo que con partidos como ERC o CIU habría sido totalmente impensable
tratándose Cervantes de un autor castellano. Baste recordar que en los
concursos literarios convocados por la Generalitat de Cataluña o el
Ayuntamiento de Barcelona están expresamente prohibidos los autores que
presenten obras en castellano, inclusive si son autores catalanes. Lo mismo
ocurre con los concursos literarios y exposiciones escolares, Mossos d'Esquadra,
etc.
La UNESCO
declaró en 1995 al 23 de abril como el Día Internacional del Libro gracias una
propuesta del Gobierno de España, recogiendo la idea que tuvo Vicente Clavel y la
Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Hoy en día muchos países han aceptado conmemorar
la muerte de Cervantes: Alemania, Bulgaria, Etiopía, Georgia, Grecia, Líbano, Lituania, Países Bajos, Portugal, Eslovenia,
México, etc.
¿Y la rosa?
La leyenda de
San Jorge, data del año 303 a.C. y tiene diferentes versiones según el
territorio cristiano donde se celebre. No obstante el regalo que se hace,
cuando se hace, varía según el territorio. Cataluña no es el único lugar donde
se regalan flores pero sí en el que ha alcanzado más popularidad.
Algunas empresas han denunciado discriminación por parte de la administración por no aceptar sobornos del independentismo.
Esto es lo que se enseña en los colegios: el dragón escupe la bandera de España y refleja la de Cataluña:
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