Lleva en política solo seis años, pero aspira a convertirse en la primera mujer Presidente de la Generalitat de Cataluña.
Decidió afiliarse a Ciutadans de Catalunya, entonces un
partido exclusivamente de ámbito catalán, tras acompañar a una amiga a un mitin de un jovencísimo Albert Rivera. En poco tiempo los dirigentes de esta
pequeña formación se fijaron en ella, y no solo por su indudable simpatía, sino
por su impresionante formación cultural y académica. Es licenciada en Derecho y
Administración y dirección de empresas, ha vivido en varios países y habla
cuatro idiomas, incluido por supuesto el catalán (nivel C).
No tiene padrinos políticos ni “enchufes” de ninguna clase, ha sabido labrarse un hueco por su
propia valía, a base de picar piedra en el segundo plano de la política. En
2012 los ciudadanos de Cataluña quisieron darle a ella y a su partido un voto
de confianza para ocupar un puesto en el Parlament, y ha sabido aprovechar la
oportunidad. Desde entonces la hemos visto en comisiones de investigación,
curtiéndose en duros debates televisivos y recibiendo toda clase de ataques por
declarar abiertamente y sin complejos sentirse catalana y española.
Hace apenas unas semanas ha sido nombrada candidata de Ciudadanos para presidir la Generalitat de Cataluña en los próximos comicios del 27 de septiembre (si es que algún Artur Mas se decide a convocarlos). Se ha convertido en todo un fenómeno en las redes sociales. Según Google es el nombre de político más buscado en España, y no es para menos, dicen los que la conocen que enamora a primera vista, y que hasta sus rivales políticos terminan por darle la razón en muchos temas. Incluso firmas como Deraway se han interesado en que sea su imagen.
Tiene mucho valor de presentarse como candidata a la Generalitat. Si
ya de por si en este país ser mujer en ocasiones es una dificultad añadida
(recordemos los comentarios machistas que recibió por parte de un dirigente de
Convergencia), serlo con un discurso constitucionalista y habiendo nacido en
Andalucía es todo un reto. Ha vivido en Jerez de la Frontera, Sevilla, Niza y
recaló en Cataluña hace menos de 10 años donde tiene a familiares y amigos que
le animaron para quedarse, “es una
enamorada de Cataluña” dicen.
Desde que es candidata, aunque conserva su timidez ha optado por cuidar más su
imagen. Se pinta las uñas de rojo (cosa que hasta ahora no hacía) y sus
vestidos denotan más elegancia y "solemnidad" por llamarlo de alguna
manera. Sus pasiones son viajar (ha
estado en China y en Tanzania) y la arqueología, por eso si no viviera en
Barcelona viviría en Roma, y si no fuera no fuera licenciada en Derecho lo
sería en Arqueología.
Sus enemigos políticos no dejan de recordar que ella “no es de
aquí”, pero lo cierto es que ella es catalana por decisión propia, algo que
probablemente tenga más valor que serlo simplemente por nacimiento. De todas
formas ella y su partido predican con el ejemplo. Albert Rivera que sí ha
nacido en Barcelona pretende ser presidente en Madrid y ella que es de Jerez de
la Frontera pretende serlo en Barcelona ¿dónde está el problema? Probablemente en
la cabeza de los que están más por dividir que por unir.
Atentos a Inés Arrimadas, es un terremoto político que promete cambiar para siempre la historia de Cataluña.
Compártelo:
0 comments:
Publicar un comentario
Déjanos tu comentario. No se permiten insultos ni palabrotas.