El año pasado, mientras las farmacias llevaban un año sin cobrar (y todavía siguen un año después) la Generalitat se gastó nada menos que 22 millones de euros en convertir el histórico mercado de San Andrés en un verdadero "templo" independentista. Se trata de un espacio arqueológico en medio de la ciudad que se ha querido interpretar torticeramente como un ejemplo del anticatalanisno. Ni que decir tiene que en los paneles explicativo o en los vídeos todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Se falsea la realidad hasta el absurdo, por poner un ejemplo gráfico: aparece un vídeo de la batalla de Barcelona del 11 de septiembre de 1714. Los austricistas (los buenos) están representados por moñegotes blaugranas y los borbónicos (los malos malísimos) de blanco merengue. ¿Os suenan de algo estos colores?
Lo que no se cuenta en el vídeo es que había catalanes y castellanos (y de toda España) en ambos bandos. No cuenta que Madrid durante el transcurso de aquella guerra fue ocupado por tropas principalmente catalanas en dos ocasiones. No cuenta que los austricistas en todos sus panfletos que repartían por Barcelona (la mayoría en castellano por cierto) decían luchar por Dios, por España y S.M. el Rey que Dios guarde.
Suena a chiste escuchar cuando TV3 habla de que se perdieron las "libertades" cuando cualquier historiador mínimamentd informado sabe que Barcelona era a principios del siglo XIX la capital de la esclavitud en todo el imperio español. Se dice que más de 50.000 esclavos negros pasaron de África a América en barcos catalanes, muchos de ellos pasando primero por Barcelona.
Es verdad que toda España adoptó el sistema castellano, que era a su vez una copia del modelo francés. Es decir el trato que recibimos los catalanes fue en pie de igualdad con el resto de españoles, de hecho muchisimos catalanes fueron virreyes o gobernadores en el Nuevo Mundo.
Otro ejemplo reciente es la "casualidad" de que la candidatura de Mas y Junqueras utilice la misma, "Junts", palabra (mira que es casualidad eh!) que la campaña que ordenaron empezar a TV3 unos días antes "Junts". También los eslóganes y los colores utilizados por la consulta ilegal del 11N y la televisón pública catalana son los mismos.
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